Que son los buenos consejos?

¿Qué son los buenos consejos?

El buen consejo no tiene precio, porque es el que se busca y se necesita, no el que se da porque creemos que se debe dar. Ese buen consejo no es lo que quieres escuchar, pero sí es lo que debes escuchar. No es imaginario, es práctico. No está basado en el miedo, sino en la posibilidad.

¿Cómo se le llama a las personas que dan consejos?

Los consejólogos suelen ser personas que tienen asuntos pendientes por resolver en sus vidas, tienen miedo a enfrentar circunstancias o no han superado otras de forma eficiente. Esto les hace dar consejos a los demás como una forma de reparar su propia vida.

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¿Cómo se les llama a las personas que te dan consejos?

¿Cómo dar consejos o recomendaciones en español?

Para dar consejos, sugerencias o recomendaciones en español tenemos muchas posibilidades. La diferencia entre una estructura u otra está en si queremos decir el mensaje de manera más o menos directa, con más confianza con nuestro interlocutor o con menos.

¿Qué hacer si una persona te pide un consejo?

Recuerda que si una persona te pide un consejo, es porque confía en ti. Asegúrate de no juzgarla porque esto dañaría la confianza. Cuando planifiques lo que dirás, asegúrate de usar un vocabulario objetivo y neutro. Por ejemplo, no le digas “¡Por supuesto que no debes dejar a tu esposa! ¿Acaso eres estúpido?”.

¿Cómo dar un consejo a un amigo?

Cuando des un consejo, asegúrate de basarlo en un razonamiento sólido. Puedes usar hechos reales o recurrir a tu experiencia. Por ejemplo, si un amigo te pide un consejo porque no sabe si debe mudarse o no a otra ciudad, puedes darle algunos datos sobre el mercado de trabajo y las escuelas locales.

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¿Por qué es importante dar consejo a los demás?

El refranero español nos habla de esa vieja costumbre de querer dar consejo a los demás sobre cualquier tema, aunque el otro ni lo necesite ni lo haya pedido. Así, es frecuente entrometerse en las vidas ajenas, dando a entender que nosotros sabríamos, sin dudar, lo que habría que hacerse en lugar de la persona a la que le regalamos el consejo.