¿Qué es hepática?

El término «hepático» se refiere al hígado. Por ejemplo, el conducto hepático drena la bilis desde el hígado.

¿Cuáles son las plantas hepáticas más conocidas?

Plantas hepáticas foliosas Son las más comunes de todas: buena parte de ellas forman parte de este tipo. Su principal característica definitoria es que cuentan con un talo que hace de eje para los filidios, unas estructuras de tipo folioso. El grupo más común y conocido es el de los jungermanniales.

¿Cuáles son los síntomas de problemas hepaticos?

Si se presentan signos y síntomas de enfermedad hepática, estos pueden incluir los siguientes:

  • Color amarillento en la piel y los ojos (ictericia)
  • Hinchazón y dolor abdominal.
  • Hinchazón en las piernas y en los tobillos.
  • Picazón en la piel.
  • Orina de color oscuro.
  • Color pálido de las heces.
  • Fatiga crónica.
  • Náuseas o vómitos.

¿Cuál es la función de la fotosíntesis?

Ahora, ¿cuál es la función de la fotosíntesis? La fotosíntesis es el proceso que las plantas usan para hacer su propia «comida» a partir de la energía del sol, dióxido de carbono, y agua.

LEA TAMBIÉN:   Como guardar bulbos de amarilis?

¿Cuáles son las características de las hepáticas?

La mayoría de ellas necesita de entornos muy húmedos y a la sombra, como ocurre generalmente en las briofitas, aunque hay algunas especies de hepáticas capaces de resistir la incidencia solar directa y sequías de larga duración.

¿Dónde se encuentran los vegetales hepáticos?

Los vegetales hepáticos se hallan en los más variados sustratos, principalmente en áreas acuosas, porque necesitan del agua para su fecundación. Se encuentran directamente en los más diversos lugares, sobre el suelo, piedras, tallos y ramas de árboles, matorrales, encima de huesos, bosta y otros.

¿Cómo se llaman las plantas hepáticas?

Se les llama también Hepaticophytas, Marchantiophytas o Hepaticae, aunque lo habitual es llamarlas simplemente hepáticas. Reciben su nombre del parecido que algunas de estas pequeñas plantas guardan con el riñón, motivo por el que se usaban en la edad media para tratar las dolencias de este órgano.