¿Cuál es el comportamiento del estado líquido?
En estado líquido los átomos y las moléculas están más separados y tienen una fuerza de cohesión menor, lo que permite a los líquidos fluir y adaptarse al recipiente que los contiene. Por lo tanto, tienen volumen constante y, aunque su forma varía, no llena todos los espacios del recipiente, como ocurre con los gases.
¿Cómo se comportan los fluidos?
Un fluido es un conjunto de partículas que se mantienen unidas entre sí por fuerzas cohesivas débiles y las paredes de un recipiente; el término engloba a los líquidos y los gases. En el cambio de forma de un fluido la posición que toman sus moléculas varía, ante una fuerza aplicada sobre ellos, pues justamente fluyen.
¿Qué son los fluidos utilizando ejemplos de tu entorno?
Se puede decir que un fluido es una sustancia que tiene poca resistencia a no fluir y que además puede ajustarse a diferentes formas. Algunos ejemplos de fluidos pueden ser: El agua que fluye por las tuberías. La gasolina que fluye por las tuberías de una estación.
¿Cuáles son las características de los sólidos?
Los sólidos resisten, por lo general, las torceduras y los dobleces, ya que se oponen a la deformación. En otros casos, cuentan con memoria de forma: la tendencia a mantener o recuperar su forma estable en presencia de fuerzas deformantes, como el peso o la gravedad.
¿Qué es el estado sólido?
El estado sólido posee una estructura física muy bien definida. ¿Qué es el estado sólido? Se entiende por estado sólido a una de las cuatro formas esenciales de la materia (junto a la líquida, la gaseosa y la plasmática), llamadas estados de agregación.
¿Cuál es la naturaleza de los sólidos?
La naturaleza de los sólidos es químicamente idéntica a la de sus variantes líquidas y gaseosas, pero en este estado las partículas que constituyen la materia están muy juntas, sostenidas en su lugar por nexos fuertes (fuerzas cohesivas) que le otorgan al conjunto una forma definida, de límites claros y coherentes.
¿Qué son los sólidos maleables?
Los sólidos maleables son aquellos que pueden ser labrados mediante la deformación, o sea, que pueden elaborarse láminas finas del material sin que se rompa. Esta propiedad, junto a la ductilidad, es fundamental en la industria de los metales.