¿Cómo diferencias un alimento en buen estado de un alimento descompuesto a través del olor?
Los alimentos descompuestos son mas fáciles de detectar porque presentan cambios en el color, olor, sabor y textura, lo cual evitan que se consuman, ya que se pueden identificar con los sentidos (vista, olfato, gusto, tacto).
¿Cuál es la diferencia entre un alimento contaminado y uno descompuesto?
El alimento descompuesto se puede distinguir a simple vista, presenta cambios en su apariencia en cuanto a color, sabor, textura y olor. En cambio, un alimento contaminado no se percibe por sus características organolépticas.
¿Qué diferencia hay entre un alimento alterado y un alimento contaminado?
Unos se denominan alterantes, responsables del deterioro y cambios en los caracteres sensoriales de los alimentos, mientras que un grupo reducido corresponde a los patógenos o causantes de infecciones e intoxicaciones alimentarias.
¿Qué es comida descompuesta?
Ocurre cuando uno ingiere alimento o agua que contiene bacterias, parásitos, virus o las toxinas producidas por estos microorganismos. La mayoría de los casos de intoxicación alimentaria se dan a raíz de bacterias comunes como el estafilococo o la Escherichia coli (E coli).
¿Cuáles son los alimentos descompuestos?
Son aquellos que contienen sustancias dañinas o microorganismos, que normalmente NO CAMBIAN su sabor, olor, color y textura. Por ejemplo: huevo podrido, jamón de color verdoso o de consistencia pegajosa, leche cortada y sabor agrio, pescados y mariscos con olor a amoniaco y color verduzco, que se deshace fácilmente.
¿Qué diferencia hay entre un alimento contaminado y uno alterado?
Los alimentos perecederos se alteran fácilmente, por eso necesitamos conservarlos de forma adecuada. Alimento adulterado: es aquel al que, de forma premeditada y con fines fraudulentos, se le ha añadido o quitado alguna sustancia. Se modifican para variar su composición, peso o volumen o para encubrir algún defecto.
¿Qué es un alimento alterado y ejemplos?
Mientras que un alimento alterado es aquel que por causas no deliberadas a sufrido un cambio o un daño en su composición o calidad, por ejemplo, el haber mantenido el alimento en un ambiente no apropiado o expuesto a agentes agresores como el calor o el exceso de luz puede alterar el alimento.