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¿Cómo mantener la temperatura ideal para tu nevera y congelador?
Aunque nos parezca una tontería, mantener la temperatura ideal para tu nevera y congelador puede ser vital para un buen mantenimiento de este electrodoméstico. Para que los frigoríficos y congeladores funcionen en condiciones óptimas, es importantísimo ajustar los grados de la temperatura a los niveles adecuados.
¿Cuál es la temperatura ideal para un congelador?
La temperatura ideal para el congelador es de -18ºC. Aunque los congeladores combis y los congeladores de una puerta pueden ajustar la temperatura entre los -16ºC y -24ºC. La regulación de la temperatura depende en gran parte de tus necesidades.
¿Cómo mantener la temperatura de la nevera?
La clave de la temperatura es la moderación: no porque la nevera esté más fría, los alimentos se conservarán mejor. Mantener la nevera entre 3ºC o 5ºC, dependiendo de lo llena que esté, es más que suficiente. Recuerda que los frigorificos Balay mantienen la temperatura estable con la máxima eficiencia energética.
¿Cómo funcionan las neveras o frigoríficos convencionales?
Las neveras o frigoríficos convencionales están provistos de una rueda numérica para regular el termostato de temperatura. Dependiendo de la época del año, debemos ajustar la temperatura. En verano necesitarás un enfriamiento elevado mientras que en invierno se puede ser menos exigente.
¿Cuál es la mejor temperatura para un congelador?
Los fabricantes se han puesto de acuerdo para asegurar que la mejor temperatura para tu congelador es -17ºC. Este valor proporciona un margen de error que permite mantener congelados los alimentos sin dañarlos, al mismo tiempo que se previene la generación de bacterias.
¿Cuál es el nivel de frío de los congeladores?
En el caso de los congeladores, escoger un nivel de frío te va a resultar mucho más sencillo. Por norma general, los pescados deben congelarse a -20º C durante al menos 24 horas, y las carnes a -18ºC durante al menos 72 horas.
¿Cómo conservar los alimentos en el frigorífico o el congelador?
Puede parecer lógico, pero es algo que no siempre se tiene en cuenta: para asegurar una óptima conservación de todos los alimentos que se almacenan en el frigorífico o el congelador es fundamental seleccionar la temperatura adecuada.