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¿Cómo se presenta la quinta enfermedad?
La quinta enfermedad afecta principalmente a los niños. Los síntomas pueden parecerse a un resfriado, poca fiebre y dolor de cabeza. Luego, aparece una erupción color rojo en las mejillas que parece una bofetada. Esta erupción puede aparecer también en los brazos, las piernas y el tronco.
¿Qué provoca el eritema infeccioso?
El eritema infeccioso es una infección viral que afecta con frecuencia los glóbulos rojos. Es causada por un parvovirus humano (B19). Durante muchos años, se consideró al eritema infeccioso una enfermedad eruptiva sin importancia en los niños.
¿Cuánto dura el virus de la quinta enfermedad?
Suele durar de una a tres semanas. En los niños mayores y en los adultos, la quinta enfermedad puede causar dolor e inflamación en las articulaciones, síntomas que pueden durar de semanas a meses y, en contadas ocasiones, hasta años.
¿Cuál es el periodo de contagio en la quinta enfermedad?
La quinta enfermedad se propaga de una persona a otra a través de gotitas (gotículas) respiratorias. Los síntomas usualmente aparecen de 4 a 14 días después de la exposición al virus, y el sarpullido similar a una mejilla abofeteada aparecerá aproximadamente de 4 a 21 días después de que su hijo se infecte.
¿Qué es el parvovirus y cómo se contagia?
La enfermedad por PVC-2 es altamente contagiosa y se transmite por contacto directo de perro a perro, por contacto físico directo con las personas, lugares contaminados o cuando los cachorros y perros adultos ingieren el virus que se encuentra en la materia fecal (heces) proveniente de perros infectados.
¿Cómo tratar un eritema infeccioso?
¿Cómo se trata el eritema infeccioso? No hay ningún tratamiento antiviral específico. En la mayor parte de los casos, no suele ser necesario administrar tratamiento alguno. Si la fiebre es alta o el niño se queja de dolor articular o edema doloroso, se puede administrar analgésicos y/o antiinflamatorios no esteroideos.
¿Cómo prevenir eritema infeccioso?
Prevención. No disponemos de vacuna frente al parvovirus B19 y ninguna forma de prevenir la propagación del virus. Aislar a una persona que presenta el exantema característico no evita el contagio porque, generalmente, cuando aparece la erupción el niño ya ha dejado de ser contagioso.